Bakkaris es un portal de reseñas, historia y noticias sobre el apasionante mundo de la perfumería.
Nicho

Jasmin et Cigarette

Esta casa francesa de perfumes pasa hoy por ser de mis favoritas, creo que ya lo he escrito antes, pero lo reitero ahora. Me gusta su actitud, su filosofía, su empeño creativo, la narrativa desenvuelta e inteligente, su accesibilidad y asequibilidad, su posicionamiento de marca, su carácter abierto y transparente (bueno, no del todo cristalino, pero al menos algo más desenvuelto que la norma que se estila en este mundo asfixiantemente enrocado en sus adentros que es la perfumería de altos vuelos y bajas pasiones). La transparencia es sofisticación.

De Etat Libre d’Orange hay varias creaciones que tengo como magníficas, y que uso con cierta prodigalidad, y si no he hablado de ellas en el pasado, lo haré en un futuro próximo, pues hay muchas cosas que merece la pena traer a la palestra de esta empresa que, junto a Histoires de Parfums, es hoy de mis favoritas. Como les decía, hay algunos perfumes sencillamente soberbios, como Vierges et Toreros (de Antoine Maisondieu, el mismo perfumista tras Jasmin et Cigarette), Rien (y su versión hipergólica, Rien Incense Intense), Fat Electrician (también de Maisondieu) y Putain des Palaces (Nathalie Feisthauer), entre otros.

Jasmin et Cigarette es una composición construida en torno a un absoluto de jazmín albar precioso, levemente indólico y un pelín dulce (percibo un toque afrutado desleído, parvo si cabe), que aparece ya en su mismo arranque escoltado por el tabaco de cigarrillo, algo acre admitiremos, astringente, claramente acibarado por el gálbano y su atributo verde de herbazal, y radiante, glauco amarillento aldehídico, residual. Nicotina y benceno. Jazmín albugíneo. Bien mezclado, resultando en un acorde orgánico pergeñado con agibílibus, virtud inherente a Maisondieu y su natural pericia. Según avanzamos al núcleo irradiador, a su corazón, el acorde floral se subsume, se sintetiza y acompleja con el tabaco para crear un efluvio armónico conjugado de uniones atómicas no fisibles. Simplemente una maravilla, de beldad sencilla, cercana, sin dobleces.

Imaginemos a la Bardot fumando un Gitanes en una terraza de la Costa Azul mientras suena de fondo Je t’aime … moi non-plus de Serge Gainsbourg. Ahora vayamos un poco más allá para acercarnos a la diva de pelo rubio y oler su perfume de jazmín entreverado con el humo de su cigarrillo y el dulzor juguetón de su piel ebúrnea hidratada. Y en su ropa se mezcla la leve transpiración natural, con toques perfumados florales y el delicioso y familiar olor de su nicotismo. El filtro esponjoso del cigarrillo maculado con el rojizo carmín y hendido por sus dientes. Delante de ella un cenicero y un poco de pastis. Joder, eso es Jasmin et Cigarette



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.