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Perfumes de diseñador

Sauvage Elixir

Desde que apareciera Sauvage en 2015, esta popular fragancia creada por Francois Demachy se ha mantenido en el candelero sin apenas esfuerzo (encabezando o figurando en lo más alto de las listas de ventas año tras año, valga añadir), apareciendo diferentes versiones, sin ir más lejos Sauvage eau de parfum y Sauvage parfum, entre las que destacaría ésta última (de hecho es la única de la línea que obraba en mi colección hasta la llegada de este Elixir). Si les soy sincero, nunca me apasionó el Sauvage original, lo entendía entonces, como sigo entendiéndolo hoy, como una creación de marca excepcionalmente bien planteada a nivel comercial, con una campaña de marketing ahormada a la perfección a un target muy específico empero amplio: chicos jóvenes y hombres de mediana edad. La publicidad protagonizada por un Johnny Depp en sus mejores momentos también coadyuvo de manera definitiva a convertir a esta fragancia en un icono de la perfumería posmoderna. Pero reconozco que, dentro de la comunidad, es una creación algo controvertida, polarizante incluso, no pocos la odian o tildan de mediocre, pero algo así no es demérito de la misma, más bien todo lo contrario, pues denota la excelente campaña de posicionamiento comercial de la casa Dior, que supo colonizar los estantes de la perfumería y encandilar y fidelizar a una parte importante de clientes, sobre la base de un perfume que es en realidad muy sencillo, destacando el consabido ambroxan, que pasaría a popularizarse y entrar en el imaginario colectivo desde entonces. Sauvage no inventó la rueda, no trajo en realidad nada nuevo, pero demostró como es posible cosechar un éxito arrollador no desde el órgano del perfumista, que también, sino desde las mesas de los sabiondos expertos en la cosa del marketing.

Pero vamos ya con lo que nos importa en esta breve reseña, y que no es otra cosa que el nuevo flanker en la línea Sauvage de la casa parisina, Elixir.

Foto promocional de Elixir de Dior

Elixir tiene un excelente desempeño, es innegable, aunque no es una bomba como algunos se empeñan en afirmar. Se nota su presencia, y crea una suerte de nimbo alrededor que se mueve con uno. Medio metro de esfera aromática, poco más o menos. Su duración es también muy notable, en textil eviterna. Me puse ayer a las siete de la tarde unas cuatro aplicaciones y lo estuve notando moderadamente hasta acostarme, y esta mañana sigo recibiendo leves rociones de la misma, aunque tenues. En la ropa sigue oliendo de manera muy discernible.

Su olor es el de un fougère posmoderno, reforzado con una base sintética potente de ambroxide, la propia de sus predecesoras, que queda opacada por una carga aromática no tan compleja como parece. Salida potente de lavanda y regaliz. Más tarde las maderas, canela y, sobre todo, un bonito cardamomo dulce crean un acorde muy agradable que me recuerda a caramelo tostado. Es una fragancia madura, circunspecta, algo aplomada, más oscura e intrincada, con una salida que roza lo accidentado, como si un montón de moléculas especiadas, pungentes, levemente cítricas, pugnasen con afán por llegar a nuestras narices para avasallarlas, tal cual un atajo de sans-culottes de los Enragés asaltando la Convention nationale. Aún así la veo suficientemente versátil (aunque yo la considero más de día, no sé la razón en realidad). Se puede emplear con un atuendo casual pero cuidado. Y con traje perfecta. Y no tiene género, a mi modesto entender, que no soy de arrogar estas cosas a los olores, aunque no pocos la tildan de muy masculina, vaya usted a saber.

No sé parece a Drakkar Noir o Oud for Greatness (afortunadamente, porque no me gusta la creación de Initio en absoluto y Drakkar Noir tampoco es de mis favoritas, aunque es una excelente fragancia) como he leído por ahí, aunque entiendo que algunos compañeros puedan ver reminiscencias de estas dos fragancias en Elixir, compartimentando sus acordes, si esto es posible, como un Jack el destripador olfativo, en fin…

En definitiva, si se puede encontrar un poco rebajada merece la pena. A su precio de retail (134 euros no, desde luego). Y siempre que no se reformule y se malogre su buen desempeño, algo que pasará, ténganlo por seguro.

Yo compré la botella de la foto que encabeza esta reseña en una conocida cadena de perfumerías a unos noventa y pico euros. La segunda foto pertenece a la campaña oficial de la marca.

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  1. ALTAICA

    Tendré que probarla, aunque tampoco soy admirador de la creadora de toda esta saga, aún reconociendo su innegable éxito y capacidad para gustar a una amplia parroquia. Oud for Greatness sí me parece interesante y su duración y estela son apabullantes, si bien es pesada e invasiva, no siendo yo especialmente partidario de las composiciones cargantes. Entiendo el perfume como algo más íntimo. Abusando de tu amabilidad y erudición, sería esclarecedor conocer tu opinión sobre los clásicos de diseñador de los 70, 80 y 90 en una entrada al respecto. No solo de nicho y de modernidad vive el hombre. Cuídate

  2. ALTAICA

    No me ha gustado. Un regaliz inicial cargante con pimienta, que viene a durar una media hora, para dar paso a una revisión de Sauvage con el sempiterno cetalox y una duración en mi piel muy inferior a la anunciada a diestro y siniestro por múltiples reseñistas. Otro bluf más a añadir a la lista. Drakkar Noir nunca me gustó y Oud for Greatness está a años luz de ambas en todos los aspectos. En comparación con toda esta saga de Sauvage prefiero Y de YSL, aunque en realidad no es más que un híbrido entre Sauvage y Allure Sport. Por cierto, el otro día volví a oler después de muchos años el perfume de Paco Rabanne clásico y no dura ni una hora en piel. Bochornoso. Un abrazo

  3. John Le Musc

    Completamente de acuerdo con lo de Elixir. Circunspecta, taciturna y absolutamente arrolladora en su salida y desempeño. Disciplinada construcción. Un bello perfume.

    Completamente en desacuerdo con lo de Oud For Greatness. Es un perfume robusto, delicioso y no comparable con la obra de Dior, está claro. En lo personal me fascina, es noctámbulo y perenne. Su linealidad se compensa con su entrega cíclica permanente, recordando en cada ráfaga que está presente y no te soltará porque es sempiterna.

    Elixir de nuevo. Marca excepcionalmente bien planteada, como bien recalcas. El detalle de la botella, la tapa (artesanía pura) y el spray de lujo hacen que cada centavo valga.

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