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Nicho

The Ghost in the Shell, de Etat Libre d’Orange

La verdad es que me sorprendió gratamente el anuncio de este perfume por parte de Etienne de Swardt, fundador de esta transgresora casa parisina. No me extraña, viniendo de un gachó, el propio Etienne, que se define, y cito literalmente, como un oportunista, un sobreviviente del consumismo, testigo (y partícipe) de la decadencia y atrofia del negocio de la belleza. No sé bien qué diantre quiere decir con ello, lo que sí sé es que el tipo sabe comunicar, expresar ideas a través de sus creaciones y, por ende, imprimir modernidad a sus propuestas, y nada más secular que Ghost in the Shell. En un mundo hiperconectado, en los albores del transhumanismo, la historia de la mayor Motoko Kusanagi, liderando la unidad anti-ciberterrorista Sección Policial de Seguridad Pública 9, adquiere una extraña vigencia. Aunque no tan singular, quizás, como la pretensión de crear un perfume basado en el personaje de Motoko, obra cumbre del genial Masamune Shirow, ayatolá del ciberpunk manga. Motoko es su protagonista indiscutible, una humana sintética equipada de prótesis complejas cibernéticas, de físico portentoso y altamente inteligente gracias a su neuro-cibercerebro wetware orgánico-sintético. ¿Pero a qué demonios huele un organismo semi sintético, cuyas únicas partes biológicas son la espina dorsal de la mayor Kusanagi y parte de su cerebro? Pues Swardt lo resuelve con un acorde industrial afrutado (acetato de hexilo) y algo lechoso y empolvado, levemente tocado de un suspiro alimonado en su inicio y un corazón floral que aporta un jazmín cibernético y el malware de una molécula floral cautiva del grupo MANE, llamada Mugane, qué no sé a qué demonios huele aislada. The Ghost in the Shell es un constructo epidérmico tímido, fresco y levemente almizclado con un punto ambarino propio del Ambroxan/Orcanox que tiene de base. La piel sintética de Motoko debe oler así. Lo más curioso y destacable, si me permiten, es el aroma tonal lechoso frutal, que se nos antoja blanquinoso (su color real es prácticamente transparente) dentro de la botella sonrosada, preciosa por cierto.

Y el caso es que me entusiasma, pero porque soy un fanático del ciberpunk, un transhumanista convencido, y me gusta el manga pero menos… Pero usted, hágame caso y pruebe antes. Es una de esas fragancias que no debe comprar a ciegas, bueno, ni esta ni ninguna si está usted en sus cabales. Eso de comprar a ciegas son los otros. Por cierto, la casa no ofrece información sobre el perfumista tras esta creación. ¡Muy mal!

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