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Phi – Une Rose de Kandahar

Hay fragancias que te alcanzan de una manera muy especial. No quiere esto decir que se conviertan de forma automática en tus favoritas, y corras a comprarlas una vez las has probado, simplemente te llegan e intrigan bien por su historia, la narrativa tras el producto, su desarrollo, tal vez su autor o perfumista y, por supuesto, las virtudes inmanentes de la composición, su calidad o no. Si bien es cierto que hay perfumes que resultan atrayentes de manera negativa, ora por lo mal compuestos que se nos antojan, ora por su fallida teatralidad y efectismo, por una promoción inadecuada o por varios factores en adenda. El fracaso, sobre todo si es ajeno, siempre concita atención, aunque resulte mezquino admitirlo. Bien es cierto que, según uno gana en años y experiencia, se resiste a sufrir exacciones innecesarias, perdidas de tiempo quiero decir, tornándose más selectivo, nuestra puntería ya más aguzada, tal cual la propia del más grande francotirador de todos los tiempos: «la muerte blanca» Simo Häyhä. Esto requiere la paciencia propia de un tirador experto, su capacidad para aguardar el momento adecuado, concentrar sus energías, aprender de sus errores y mejorar su pericia. Vamos delimitando las notas que nos gustan, nuestros creadores predilectos, aquellas casas de perfumes más queridas y fiables, honestas para con el cliente, y huimos del sensacionalismo, la aparatosidad y la artificiosidad. Finalmente localizamos a la presa y efectuamos un único y certero disparo, directo a su núcleo vital, desmadejando sus pulsos vitales. Nuestro objetivo yace exánime, arrostrando ya su postrer aliento…

Si les soy sincero, puse mi punto de mira sobre esta fragancia, Phi – Une Rose de Kandahar, pues me llamaba la atención lo que pude leer sobre la misma en la página oficial de Tauer Perfumes, y que les reproduzco a continuación, de forma más o menos literal:

Phi es una fragancia lujosa, inspirada en un extracto natural de rosas producido en la región de las rosas de Afganistán, Nangarhar. El aceite de estas flores, que crecen en una tierra seca y áspera, es extremadamente raro y de la más alta calidad. Debido a la cantidad limitada de este aceite de rosa, no se garantiza la disponibilidad de este perfume.

Tauer Perfumes

Una vez leí esto, me puse a investigar sobre el tan afamado aceite de rosa afgano. Y no me fue difícil descubrir algunas cosas que compartiré con todos ustedes.

Resulta que en 2007, y gracias a un programa de cooperación financiado con dinero público proveniente de la Deutsche Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit o GTZ, es decir, la Agencia de Cooperación Técnica Alemana, parte de la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ), incluyendo fondos de la UE y de la ONG Deutsche Welthungerhilfe, se puso en marcha un programa agrícola en la región afgana de Nangarhar (fronteriza con Pakistán) por el cual se promovía la siembra y recolección de rosas damascenas (rosa búlgara) para su aprovechamiento industrial. Las semillas y plantas de rosa fueron importadas desde Bulgaria, no se trata pues de una especie oriunda del país, ni rara, ni única. En Bulgaria, la rosa damascena (trigintipentale) ha sido cultivada durante más de 300 años en el valle de Kazanluk, desarrollando al pasar de los años una variedad independiente, que difiere en su anatomía y fisiología de otras rosas, incluso de la variedad original propia de Kashan/Irán. Todas las rosas del proyecto «Rosas para Nangarhar» provienen de plantones importados de Bulgaria. La rosa se ha adaptado muy bien a las condiciones locales que, por topografía y clima no resultan tan adversos como se nos pinta (otra historia bien distinta es el «clima» político y militar en la zona por la presencia del IS), tanto desde el punto de vista agronómico como socioeconómico. Es decir, esta rosa sólo crece en Afganistán desde 2007, gracias a un programa financiado con dinero público europeo, y no es una rara versión autóctona, sino plantones de rosa damascena búlgara de toda la vida importados desde Europa. Y los agricultores afganos (300 de ellos trabajando en alrededor de 100 hectáreas y pico dedicadas en los distritos de Achin (en esta zona se está complicando su cultivo por las actividades insurgentes del Daesh o IS), Nazian y Dari Noor) están siendo técnicamente ayudados por cooperantes europeos también (aunque está planificado que en un futuro toda esta organización pase a manos afganas para su completa e independiente gestión, y ya veremos lo qué pasa cuando esto ocurra). Todo esto obra en el dominio público, ya que estas organizaciones gubernamentales, haciendo uso de fondos públicos, por ley están obligados a difundir esta información, y es fácilmente accesible. Con todo esto, el señor Andy Tauer, muy hábilmente, crea su propia leyenda para este Phi… Y voilá. Pero bueno, el aceite de rosa o absoluto es valioso, pero no mejor que otro, o al menos deberíamos de ser muy cautelosos y escépticos para establecer según qué baremos de supremacía (me refiero a este de Afganistán con respecto a cualquier otro). Deben saber que el comercio actual, ¡mundial!, de aceite o absoluto de rosa se limita a unos 2.000 o 3.000 kilos al año en todo el globo (según información de la UE que puede leerse en el informe de este mismo programa). Cada litro cuenta.

En fin, visto todo esto, vamos a centrarnos en lo que de verdad importa: el perfume. Estamos ante una bella fragancia de rosa, un rosa opulenta, ubérrima, ciertamente dulce (declara el propio perfumista el uso de un natural de albaricoque y no tenemos razón para desconfiar). También tenemos un toque de geranio que aportar cierto verdor acre, y no le viene mal como contramedida al dulzor del haba tonka y la vainilla que quedan en el secado. No sé la razón, la verdad, atendiendo a la composición declarada de cada una de las fragancias, pero la salida y la parte intermedia de Phi me recuerdan por momentos a Ambre Mythique de Maitre Parfumeur et Gantier (comparten tonka, vainilla, pachulí y geranio). También detecto una molécula de ámbar gris, no así el almizcle, más bien una nota ambarada tenue. Al asociarla con Ambre Mythique, me trae a la memoria la asociación que establecía en su día con este perfume extraordinario de Maitre Parfumeur et Gantier, que en cierto modo también encontramos en su Ambre Precieux (ambos recomendables, especialmente éste último), y es ésa extraña cualidad de perfume de muñeca de porcelana, con un resabio boudoir preternatural y, definitivamente, no exclusivamente femenino. La siniestra muñeca de Annabelle (la película, una suerte de secuela de The Conjuring) bien podría oler así. Es extraña, sugerente, misteriosa, como de otro mundo. De hecho, estos tres perfumes, relacionados muy distantemente, pero con un je ne sais quoi que los une, comparten esta cualidad. En fin, una maravilla muy recomendable de la factoría Tauer, leyendas afganas aparte…

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