Ya que estoy aquí y tal y como advertí en mi última entrada, aprovecho y termino con la tercera fragancia disponible, a la fecha, de la casa V/SITEUR y así cerramos este capítulo. Y es que Beach Bizarre sea, tal vez, la más insulsa creación de las tres. Partiendo de la base de que las composiciones frescas (aunque esta cosa tampoco es que digamos muy fresca), acuáticas, con toques marinos, no son lo mío, así que soy tendencioso y obcecado, entiéndaseme bien. Además tildar de insulso el perfume no son palabras mayores, simplemente aplico un adjetivo que creo que le va al pelo a Beach Bizarre, pues muy personalmente entiendo que carece de verdadera fuerza: la tengo como desaborida, algo insípida, desabrida, sosa. No encuentro nada interesante aquí, nada que me conmueva o apele a mis sentimientos, incluso los más prosaicos (algo que si consiguió Cabaret Nocturne, por ejemplo). Firmada por Patrice Revillard, este perfume carece de entidad, más allá de un acorde convencional, algo pedestre, de cítricos contenidos y notas salinas, con ligero toque a transpiración revenida, seguramente aportada por el comino. Ya, ya está…
La narrativa, para cerrar esto porque no da para más, nos emplaza en una playa donde, de súbito, se desata una tormenta, o algo así creo yo entender, y poco más. En fin, pues nada, life’s a beach.
Aquí cierro mi exploración de esta casa sueca de perfumes «nicho». Estoy seguro que sus próximos lanzamientos serán interesantes, y podrán aprovechar la experiencia adquirida para mejorar, porque necesitan mejorar, sin duda. Eso sí, tienen el talento y les presumo las ganas para acometer dicha tarea y superar lo presente. Y aquí estaremos para comprobarlo, o no.
Muchas suerte hasta entonces.
