Un oud esdrujulizado
Initio es un ejemplo representativo, diría que casi palmario, de la estrategia «premium», esto es: la práctica de preciar onerosamente productos o servicios con el fin de infundir o instilar insensiblemente en el ánimo de los compradores poco reflexivos una doctrina, que en este caso no busca otra cosa que provocar la percepción, artificiosa y embustera, de que un precio más elevado que el de la competencia equivale a una mayor calidad o excelencia. Esto es una imposición falsaria, un instrumento de marketing falaz, que otorga una suerte de plusvalía tangible o imaginaria a un rango de precio más oneroso. La herramienta de marras, capciosa pero efectiva, se utiliza para maximizar las ganancias valiéndose de la actitud acrítica y poco reflexiva del mercado, que lo integramos todos: usted y yo. Y es que parece que los consumidores están dispuestos a pagar más por ciertos bienes y no por otros, algo útil para crear un valor de marca quimérico. Luego están los tontos del bote, esos idiotas intensos, como no pocos reseñadores paniaguados que se suman a estas campañas atolondradamente, fomentando dichas prácticas, viejas como la sarna pero aún efectivas. Todos esos prosélitos obedientes que hozan y gruñen en el barro, fomentando la menesterosidad y esa ignorancia voluntaria que apuntaba yo antes. Hay casos sangrantes de esto que digo entre esa caterva iletrada de vendehúmos obedientes, de cochambre intelectual. Miserables.
Una medianía azafranada y molecular, con una apertura estridente que trata de esdrujulizar un oud medroso de cartón piedra. Pero es que Oud for Happiness es un producto de marketing más que una fragancia. Sigue la estela de su predecesora, Oud for Greatness, reproduciendo su acorde de oud de escayola, que no es más que una media verdad, es decir: una mentira completa. Todo está sublimado a la falacia, al incremento de ganancia, dícese de la supeditación de la cuenta de resultados, su exacerbación idólatra, y por ende se me antoja —el perfume— sospechoso, sibilino, artero, taimado y ladino. Esta forma de proceder me repele.
¿Dijiste media verdad? Dirán que mientes dos veces si dices la otra mitad.
Antonio Machado
Terrible, implacable, impío y demoledor. Dicen que la sabiduría como mera acumulación de datos es improductiva y que solo cuando genera una filosofía de vida adquiere sentido. Eso también implica la sinceridad aunque sea despiadada. Después ésta la otra realidad, aunque esté sustentada en las meras percepciones sin conocimiento, pero realidad al fin y al cabo. En esta última está el éxito de Oud for Greatness por ejemplo. A veces hay que reconocer que se consigue aunar lo comercial (gusta a mucha gente del sector), el beneficio (mericiéndolo o no el verdadero valor del producto) y la falsa calidad percibida. También es cierto que con el conocimiento se amplian rangos y criterios, pero también se pierde casi para siempre la inicial percepción primigenia y ausente de imposturas. Imposturas no por falsas y sí por acumulación de registros desvirtuantes. La ignorancia desvirtúa y el conocimiento también, especialmente cuando hablamos de los sentidos. Un fortísimo abrazo