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Perfumería árabe

Safari Extreme de Abdul Samad Al Qurashi

Me encantan las fragancias orientales y Safari Extreme es una de las mejores que he podido oler en mi vida. Una maravilla creada por la casa saudí Abdul Samad Al Qurashi, con una concentración del 20% aproximadamente, para conformar un agua de perfume increíblemente bien orquestada.

Destacaría en su salida apuntes levemente cítricos, suavizados por delicadas notas florales que dan paso a una rosa igualmente tierna, poco notable, pues aparece escoltada por un ylang ylang delicioso, con un leve toque de impoluto y virginal jazmín, muy poco ácido. Todo esto enmarcado en el corazón de la fragancia con un pórtico de madera de cedro sensual y oscuro. Pero lo mejor, afondado cual tesoro en la sentina de un pecio hundido, sobreviene al poco en una cadencia, como decía antes, orquestada con la maestría de interrelaciones complejas y cerradas de una sinfonía de Mahler. Pues entonces aparece un oud medicinal (y auténtico, nada de acorde químico), animal, empero dulce y ambarado (ligeramente ambarado, en mi humilde opinión), casi escarchado por una de las mejores vainillas que he olido jamás. Aunque no figura en el listado de notas, diría que junto al agar hay un sándalo muy cremoso, y puede que algo de almizcle blanco u otra nota almizclada y especiada. En fin, una maravilla de vainilla amaderada, oscura, con refinadas notas florales de una hermosura celestial, connotadas por un efímero suspiro cítrico inicial que queda subsumido de inmediato por las especiadas empero dulces maderas, ahítas de vainilla mullida y acogedora, tremendamente sensual.

Me atrevería a decir que Safari Extreme es imprescindible para todo amante de las fragancias orientales maderosas, dulces y florales. Un perfume que yo diría es unisex, otorgando a todo aquel que lo porte un halo de distinción y elegancia sin parangón, con una proyección notable, que dura mucho en la piel (12 horas mínimo). En la ropa se queda a vivir.

Por cierto, también se puede conseguir en attar, a un precio algo más elevado.

Ah, se me olvidaba comentar que la presentación es igualmente sublime. El empaquetado es soberbio, al estilo de los Amouage; y el bote es de cristal sólido de calidad sobresaliente. En fin, un producto redondo altamente recomendable.

Antes de cerrar esta breve reseña. Hay gente que compara Safari Extreme con Tuscan Leather, de Tom Ford. Pues para mí no se parecen en nada, aunque puedo entender que haya alguien que capte alguna similitud en las notas.

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