Ayer pude empezar —y casi terminar— la estupenda nueva serie de televisión que recupera al infame personaje de Tom Ripley, adaptando la primera —y más lograda— de las novelas de Patricia Highsmith que tienen como protagonista a este asocial y astuto —y afortunado— criminal, El talento de Mr. Ripley (1955). Encantado con la propuesta, la verdad, que ofrece al espectador una muy cuidada producción, con una excelente, y recalco lo de excelente, fotografía en blanco y negro, el guion se desenvuelve de más a menos, con una medida introducción al personaje, seguida por el desarrollo de la trama, que se complica por momentos, ofreciendo un estudio prolijo de Thomas Ripley que encandilará a los lectores de la Highsmith, entre los que me encuentro.

Y hete aquí que una fragancia icónica tiene un hueco en la historia, en concreto en el capítulo III, Sommerso, me refiero al Acqua de Colonia de Santa Maria Novella —que data de 1533 nada menos—, que pueden ver en estas dos instantáneas que he recuperado de la filmación. Por cierto, que también citara Thomas Harris en sus novelas sobre Hannibal Lecter, de las preferidas del doctor, por si no le hicieran falta más trasfondo y referencias culturales, y de la que ya hablamos con cierta profusión en esta entrada de nuestro blog que les recomiendo revisen si no lo ha hecho ya.