En ocasiones, y con más frecuencia de lo que uno admitiría, necesito de una fragancia que me aporte la seguridad y serenidad precisas para conducirme en el día a día con la certeza de que, allá donde vaya, mi perfume me servirá de coartada. Algo quedo, sencillo, de esa simplicidad elegante y marcada que viste como un traje ceñido negro y una corbata oscura de seda. Una fragancia que yo pueda domeñar, que no se sobrepase ni resulte altanera, ni chillona, ni intrusiva, un perfume que se acomode a mi piel, que deje sitio y me acompañe siempre un paso por detrás de mí. Esentzia 54 reúne todas estas cualidades, confeccionada con la pericia habitual que demuestra el señor Santi Burgas, al que seguimos la pista muy de cerca en esta casa.
Este perfume fue creado por Burgas como fragancia firma de la icónica perfumería Urbieta de San Sebastián, y en la página de la misma podemos leer este extracto de información referente:
La narrativa es todo lo sencilla que requiere, no se precisan más alharacas, ni excentricidades que dejen al lector yerto, ni mandangas cursis o infatuadas, tan sólo una historia precisa, cercana, comprensible, para una fragancia inteligible, perspicua, clara, transparente. Esentzia 54 es de una versatilidad inmanente, perfectamente unisex, brillante, luminosa, casi destelleante, fúlgida, impresión a la que coadyuva su pulcra presentación, de una simpleza elemental, pues la sencillez y la claridad distinguen a un perfume que lejos de ser una ocurrencia se torna en una herramienta, un instrumento que nos asiste y complementa la vestimenta aportando personalidad y, en el caso de Esentzia 54, donaire e, incluso, ingenuidad, algo que un ser como yo necesita con cierta urgencia, pues la ingenuidad y la inocencia son las únicas virtudes inherentes a la infancia, y ésta es la única patria que ya me resta.
Y cuanto más sencillas son las cosas, menos errores se cometen. La parte más costosa de un perfume son los errores. Y en este no encontramos ninguno. Salida de sublimes y radiantes hesperidios (bergamota); luego sucede la violeta y raíz de lirio -la parte más destacable si cabe de la fragancia, que aporta un toque empolvado ligero, contrapuesto al ardor apagado empero de los cítricos iniciales-. Todo está donde debe, sin aspavientos y tonterías, en su justa medida y proporción, con calidad y presteza de animo. Precioso toque de jazmín albugíneo, nada indólico. Es elegante en grado sumo. Y todo encamado en sándalo cremoso, en absoluto arduo o acre; y almizcle limpio, una suerte de oxímoron.
Es en extremo raro que yo vista una misma fragancia dos días seguidos. Lo he hecho con ésta. Una fragancia bondadosa de una clase ya poco común. No sé qué diantre esperan para comprarla por toneladas.
Primorosa y exquisita reseña. Indagaré sobre esta fragancia y veré la posibilidad de probarla. Espero no sea demasiada femenina. Un abrazo
En modo alguno, resulta perfecta para un caballero. Ya verás…
Hola Pedro, coincidimos en grupo. Fíjate que me hice con este perfume de Burgas, y debe ser por mi pca experiencia, quizás un «gusto» o disgusto muy definido y marcado hacia ámbares, Patchoulis o avainillados (también algún Oud europeizado como el de Perris o Atkinsons, si se les puede llamar ouds), que ME CUESTA HORRORES, empatizar y vestir Esentzia (creo que no he gastado ni 10ml en 2-3 años)….Lo achacaba al principio a demasiado almizcle, pero con las pocas experiencias olfativas, pienso que es un conjunto de detalles que no me sientan, es como verme con armadura con mis 62 kilos.
Gran reseña, como siempre, un maestro de la palabra. Un saludo.
Muchas gracias Óscar. No te creas, más personas me han comentado exactamente lo que dices en el mensaje. Recuerdo una amiga que me apuntaba que se le hacía demasiado pesado, como muy presente y constante, y que llegaba por tanto a agobiarla. Es lo que tiene Esentzia 54, que se torna omnipresente y puede saturar. Tal vez el truco esté en controlar las aplicaciones. A veces menos es más…