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Literatura y perfumes

Terror & Magnificence

Terror & Magnificence es un perfume EDP de la casa británica nicho Beaufort, una de mis preferidas, aunque resulta muy complicado de vestir dada su casi nula versatilidad. Una auténtica experiencia olfativa con una compleja narrativa detrás que paso a explicar. Esto es arte, una maravilla de la composición perfumística de vanguardia que ahonda en la intrahistoria del Londres preternatural y mitológico.

Cada cierto tiempo me sorprendo a mí mismo releyendo From Hell, obra maestra del inefable Moore. Debo admitir que la historia de Jack el Destripador me ha turbado desde niño, pues todo lo que rodea al personaje está envuelto en un halo de misterio y horror fascinante cuando menos, amén de desarrollarse en una de las épocas más interesantes y complejas de la historia reciente, como es la era victoriana en la Inglaterra de finales del siglo XIX. Todo ello conjugado magistralmente por Moore y apoyado de manera sublime por el dibujo de Eddie Campbell, resulta en una obra imprescindible y sobrecogedora.

Sí, porque realmente From Hell es un relato de terror, puro y duro, pues nada hay más terrorífico que la cruda realidad, que siempre termina desafiando a la imaginación fantástica, cuando no superándola con creces. Pero si me permiten el apunte, la parte más interesante de la obra de Moore es, sin lugar a dudas, la extensa recopilación de apéndices que glosan y desgranan todo lo que acontece en cada uno de los capítulos, estableciendo vínculos y referencias a la realidad del caso y las vicisitudes que lo envuelven, analizando paso a paso buena parte de los vericuetos que hace de esta crónica algo tan enajenador. Particularmente fascinantes son las referencias a la obra arquitectónica de Nicholas Hawksmoor, con su ecléctica capacidad para disimular elementos paganos y masónicos en sus iglesias, al igual que las connotaciones místicas y preternaturales de determinados lugares de Londres. Conocer la historia de Jack y bucear en estos apéndices, repletos de referencias culturales y populares sorprendentes es una extraña maravilla que engancha y seduce como pocas.

No entraré a valorar la verosimilitud de la teoría conocida como conspiración masónica y real, desarrollada primero por Stephen Knight en su libro Jack the Ripper: The Final Solution y adaptada con maestría por Moore. El trabajo de ingeniería imaginativa es sensacional, pero no resiste una análisis serio, incluso el propio Moore admite que la obra de Knight está escrita a modo de sutil trampa. En realidad, From Hell es un artificio intelectual brillante, tan falso como la momia de Marylebone, pero acongojante y maravillosamente bien escrito y analizado en los apéndices, que son imprescindibles para todo estudiante de este criminal, como es mi caso.

Y hecha esta introducción, que era de recibo, vamos al meollo de la cuestión, y lo haremos por partes, como diría el bueno de Jack, si me excusan el chascarillo facilón. Terror y magnificencia, Terror & Magnificence, es una construcción que el propio Moore emplea en From Hell, primero en el segundo capítulo, cuando Gull pasea frente a Christ Church junto a James Hinton, y más tarde, en el capítulo cuarto, cuando el nefando doctor regresa al lugar acompañado del cochero Netley. Gull hace referencia al deseo de Hawksmoor de epatar al visitante provocando el asombro y a la par instilando en el corazón de los legos el pavor ante las ciclópeas dimensiones del templo, cuya torre rematada con elementos paganos pareciera precipitarse sobre el observador. Seguramente la casa Beaufort hace suya esta frase de Gull para connotar la historia olfativa que representa su emanación, que no fragancia, cuando en realidad estas palabras no son del «buen» doctor, sino que Moore las pone en su boca desde el libro de referencia fundamental sobre el polémico arquitecto, que no es otro que el Hawksmoor de Kerry Downes, como bien indica el propio Alan en los apéndices, ¡imprescindibles!, de la obra. Tenemos luego a William Gull junto al ignorante Netley frente a Christ Church, en Spitalfields, cuando vuelve a incidir en la tiranía de la construcción, máxima expresión del ímpetu del arquitecto dionisíaco y su credo de «terror y magnificencia», proyectando su sombra ominosa por doquiera que uno mire y hundiendo sus cimientos en las antiguas fosas comunes donde fueron enterrados miles de muertos por la peste siglos atrás. Como apostilla Gull, Hawksmoor diseñó sus iglesias con la idea de que fueran «una aparición solemne e imponente», de acuerdo con las tradiciones paganas de los antiguos arquitectos dionisíacos, de ahí sus formas truncadas, sus obeliscos y otros símbolos paganos impropios, resonando con las voces de los tiempos como ecos del futuro. Y esta es la historia que recogen los chicos de Beaufort para presentar su obra, dentro de su Revenants Collection (no podrían haber elegido un nombre mejor). Pero no estoy de acuerdo con dos datos que incluyen en su pequeña reseña en la página de la compañía. El primero de ellos es la referencia a Hawksmoor como «The Devil’s Architect», desafortunada e incierta, pues las referencias del maestro, como hemos visto, son otras muy diversas. Me parece un epíteto sensacionalista, barato, cuando no gratuito, que simplifica de manera grotesca el verdadero genio tras el hombre. Y la segunda referencia, igualmente falaz, no es otra que la de arrogar la afiliación de Hawksmoor a los francmasones como un dato de reciente descubrimiento, otra tontería solemne, pues esta es una circunstancia ya conocida de largo que no me molestaré en rebatir.

Y ahora la experiencia olfativa, porque de perfume tiene poco. Sí, esto es como llevar el templo a cuestas, es una recreación olfativa solemne y taciturna de Christ Church. Uno puede oler Terror & Magnificence y trasladarse mentalmente al East End londinense en ese otoño del terror de 1888: las resinas, el papiro, el incienso y mirra, la madera quemada, las velas ardiendo, los parroquianos hediondos, el miasma de alcohol barato, la sangre del periodo de las prostitutas sobre los bancos encerados, las aguas fecales y la miseria que rodeaba a la construcción, cubierta por la sombra perenne de la ominosa aguja de la torre sobre el pórtico clásico, afilada como el cuchillo de Jack el Destripador.

No se les ocurra ponerse esto en la piel, pues concitarán la maldición de los dioses paganos que Hawksmoor conjuró en los muros pulidos de sus templos dionisíacos, la banshee aullante de la reina Boadicea y los espíritus atormentados de los muertos por miles cuyos huesos sirvieron de argamasa a los cimientos de Christ Church. Sólo un uso les recomiendo para esta maravilla inefable de Beaufort: empleen la misma cuando lean From Hell, y háganlo al anochecer, un lluvioso y frío día de noviembre. Esta formulación arcana, druídica, les trasladará al lugar y llegarán a comprender, solo entonces, lo que es y significa añadir una experiencia olfativa al deleite intelectual de la lectura. Y si no es así, que el diablo les lleve…

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